El OnePlus Nord N10 contaba con el Qualcomm Snapdragon 690. En esta generación N20 se da el salto al AMOLED, aunque se pierde la alta tasa de refresco. Es una decisión no demasiado justificable, ya que los 90Hz en AMOLED llevaban presentes desde la primera generación del OnePlus Nord. La conectividad se mantiene, con el 5G como principal baza.
No hay salto en las configuraciones de memoria, que se mantienen con 128 GB (UFS 2.1) de memoria interna ampliables mediante tarjetas microSD y 6 GB de RAM de tipo LPDDR4. Al conjunto lo alimenta una batería que sube hasta los 4.500mAh, con la misma carga rápida de 33W que vimos el año pasado.
A nivel fotográfico tampoco parece haber cambios, con un sensor principal de 64 megapíxeles y dos cámaras secundarias, macro y profundidad, de dos megapíxeles. No hay ni siquiera ultra gran angular, algo que perdemos respecto a la generación anterior
El mayor salto llega a nivel de diseño, con una nueva línea que se aleja de lo visto anteriormente en los Nord y que no se asemeja a ningún hermano cercano de OPPO. Estamos ante un móvil con laterales planos, sin módulo de cámara, y con el único pecado de tener una barbilla frontal considerable.